El equipo no ha podido evitar el efecto dominó de la crisis actual, ya que parte del presupuesto dependía directamente de las instituciones, una fuente de ingresos que se desvanece y que hace imprescindible el apoyo de un segundo patrocinador para cubrir un presupuesto de 9 millones, de los cuales 3,5 aportaba la operadora vasca, quien ha tenido que hacer un esfuerzo para asumir todo el presupuesto.
La búsqueda de patrocinios está siendo una tarea ardua y difícil, y el mensaje que transmite el equipo es de pesimismo “Euskaltel comenzó la búsqueda tanto en nuestro entorno – como primera opción – como en el exterior de un patrocinador que cubriera el hueco dejado por las Instituciones. Desgraciadamente, la búsqueda de nuevas marcas patrocinadoras para el equipo ciclista en nuestro entorno ha resultado del todo infructuosa”.
Este año la plantilla ha aumentado en 6 corredores con el único fin de sumar puntos y garantizar su plaza en el World Tour, pero los problemas económicos hacen insostenible la continuidad de un proyecto que nació allá por el año 1997.
Un futuro incierto para un equipo que ha sido nexo de unión de todos los aficionados vascos, quienes sueñan con seguir vistiendo la camiseta naranja en las grandes citas del calendario y demostrando, como manifestaba recientemente Andy Schleck, ser los mejores aficionados del deporte de las dos ruedas.